Lo cierto es que el 7 de octubre del año 2023, la valla metálica que separa a la Franja de Gaza con Israel, fue vulnerada por cientos de milicianos del Movimiento para la Resistencia Islámica HAMAS, quienes en una acción relámpago mataron a más mil personas entre israelíes y extranjeros, y secuestraron a más de 200, adicionalmente. Cuando transcurren las horas para dar inicio a una tregua de días entre ambas partes en conflicto, a fin de permitir el canje de parte de los secuestrados a cambio de militantes palestinos presos en cárceles de Israel, un primer balance se puede hacer.
El conflicto entre Gaza e
Israel ha permitido hacer una radiografía de la correlación de fuerzas en el
mundo y de los alineamientos de diferentes actores, tanto a escala planetaria,
como a escala local. No hay centímetro sobre la faz de la Tierra que no haya
sido cimbrado por el impacto del desarrollo de
este conflicto.
Naciones Unidas, como un todo,
y la OMS, ACNUR y UNICEF, de manera específica, han alzado su voz para condenar
el accionar israelí contra la población civil palestina, en tanto que Estados
Unidos y la Unión Europea, han cerrado filas a favor de Israel. Por su parte el
mundo islámico, agrupado principalmente en torno a la Liga Árabe y la
Organización de Cooperación Islámica, han terciado para detener el conflicto y
proteger a la población palestina de Gaza.
El grupo de los BRICS, ahora
ampliado, se ha pronunciado para condenar a Israel, y ha abogado por la creación de un Estado palestino, una vez termine el conflicto. Líderes de
potencias emergentes como Recep Tayyip Erdogan (Turquía), Ebrahim Raisi (Irán)
y Cyril Ramaphosa (Sudáfrica), no han vacilado en calificar las acciones de
Israel en Gaza como de genocidio. Lo
propio han hecho líderes latinoamericanos como Inácio Lula da Silva (Brasil),
Gustavo Petro (Colombia) y Nicolás Maduro (Venezuela).
Mientras tanto, las calles de
las ciudades capitales de los cinco continentes, han sido escenario de marchas
y manifestaciones a favor y en contra de Israel o de la causa palestina. Y no
han faltado, eso sí, los forcejeos e
intercambio de insultos entre militantes proisraelíes y militantes
propalestinos. La calma transitoria parece reinar, en espera de más bombardeos y
fuego cruzado.
Por Alfredo Portillo
alportillo12@gmail.com