Como parte de los cambios geopolíticos que se han venido produciendo en el occidente de África, hay uno que de manera puntual ejemplifica esta nueva realidad. Se trata de la aprobación, el pasado mes de julio, de una nueva constitución en la República de Mali, cuyo proyecto inicial fue impulsado por Assimi Goita, líder de los alzamientos militares del 2020 y del 2021, y quien actualmente gobierna en este país africano.
Entre los aspectos más importantes de esta nueva
constitución, está la eliminación del francés como lengua oficial, dándole
ahora el estatus de lengua de trabajo. En su lugar fueron aprobadas como
oficiales trece lenguas autóctonas malienses: bambara, bobo, bozo, dogón, fula,
hassanía, kassonke, maninke, miyanka, senufo, songhay, soninké y tamashek.
De estas lenguas autóctonas malienses destaca la lengua
bambara, la más difundida en el territorio de Malí, especialmente en la región
del sur, donde se concentra el 90 % de la población, la cual es
mayoritariamente de la etnia bambara (ver mapa tomado de:
www.axl.cefan.ulaval.ca/afrique/mali.htm), y donde está ubicada la ciudad capital Bamako.
Hay que recordar que las lenguas, además de sistemas de
comunicación entre las personas que conforman los grupos humanos, también son
elementos de identidad y de cohesión de esas personas, porque las lenguas son
parte de los seres humanos y de los territorios que estos habitan. De ahí que, cuando se hace referencia
a una lengua, se hace referencia al mismo tiempo a un grupo humano y a un
territorio.
Con relación a lo anterior, es bueno mencionar que Assimi
Goita, cuando se dirige a la población de Mali, lo hace en bambara, tal como lo
hizo cuando se reunió con los malienses radicados en Rusia, a propósito de la
reciente cumbre Rusia-África realizada en San Petersburgo.
Por Alfredo Portillo
alportillo12@gmail.com