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viernes, 18 de noviembre de 2022

El swahili y la integración del continente africano

Las lenguas, además  de instrumentos  de comunicación entre las  personas que conforman una comunidad, un pueblo, una nación, un país, también son factores de identidad entre esas mismas  personas. Las  lenguas son,  además,  armas para la lucha política. De  esta manera  lo entendió en su momento, Julius Nyerere, al fundar en 1954 el partido político Unión Nacional Africana de Tanganica, y declarar que la lengua swahili sería fundamental en la lucha por la independencia de Tanganica y de Zanzibar, para la posterior conformación, en 1964, de lo que actualmente se conoce como República Unida de Tanzania (en swahili: Jamhuri ya Muungano wa Tanzania).

 


Una lengua que sirviera de instrumento de comunicación y de cohesión identitaria, en un  país como Tanzania, cuya población hablaba, en conjunto, más de un centenar de lenguas, era trascendental. El swahili era la lengua franca, la que se hablaba en Tanganica y en Zanzibar, y más allá  de sus fronteras. Era la lengua que  se forjó como resultado de las migraciones de los pobladores de lo que actualmente son los territorios de Zambia y de la República Democrática del Congo, hacia las costas orientales de África, y que entraron en contacto con comerciantes árabes, chinos, griegos, indios y persas.

La lengua swahili, cuya gramática fue  sistematizada a mediados del siglo XIX por el misionero y lingüista alemán Johan Ludwig Krapf, se difundió durante todo el siglo XX por la Región de Los Grandes Lagos y África Oriental en general, producto principalmente de los intercambios comerciales y de los conflictos armados, llegando a ser hablada por los habitantes de Tanzania, Kenia, Uganda, Ruanda y Burundi, y en partes de Somalia, Malaui, Zambia, Mozambique y la República Democrática del Congo.

A medida que se consolidaba el proceso de independencia y descolonización de los países del África Subsahariana, la lengua swahili fue adquiriendo reconocimiento por parte de gobiernos africanos y de centros académicos africanos, norteamericanos, asiáticos y europeos, acentuándose aún más su difusión, a tal punto que se estima ya en más de cien millones los hablantes de esta lengua bantú.

Durante lo que va de este siglo XXI, la lengua swahili ha entrado en una fase de institucionalización, por lo que ya es lengua oficial de la Comunidad de África Oriental (Kenia, Uganda, Tanzania, Burundi, Ruanda, Sudán del Sur y República Democrática del Congo), de la Comunidad de África Austral (Angola, Botsuana, Camoras, Lesoto, Madagascar, Malaui, Mauricio, Mozambique, Namibia, República Democrática del Congo, Seychelles, Sudáfrica, Suazilandia, Tanzania, Zambia y Zimbabue) y de la Unión Africana en su totalidad. 

La UNESCO, por su parte, en noviembre del año 2021, declaró el 7 de julio como el Día Mundial del Swahili. Sin duda, un proceso que avanza y que marcará los años y siglos por venir del continente africano.

Por Alfredo Portillo

alportillo12@gmail.com

 

 

 

lunes, 7 de noviembre de 2022

Alemania capitula ante China

En octubre de 2022  el Partido Comunista de China realizó su 20º congreso para, entre otras decisiones, renovar sus cuadros dirigenciales. Xi Jinping fue ratificado en los cargos de Secretario General y Presidente de la Comisión Militar Central, con lo cual  se prepara para ser ratificado también como Presidente de esta  gigante nación asiática.

Como parte de las reacciones a este acontecimiento, el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, manifestó que la verdadera amenaza para la supremacía mundial del país norteamericano es precisamente China, por lo cual se aprestan para una nueva Guerra Fría que durará varios años. 

Alemania  capitula ante China

 

El tema de China, por cierto, fue objeto de discusión, a comienzos de este  noviembre, durante la cumbre de los ministros de relaciones exteriores del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón)  realizada en la ciudad de Munster, Alemania. La anfitriona fue la ministra alemana de relaciones exteriores, Annalena  Bearbock.

Al tiempo que se realizaba la cumbre del G7, el Canciller alemán, Olaf Scholz, acompañado por una delegación de directores de empresas alemanas, viajó a China a reunirse con Xi Jinping, en procura de consolidar las alianzas económicas que se habían tejido antes del conflicto Rusia-Ucrania. Es obvio que este viaje de Scholz puede ser considerado como una acción audaz, en medio del contexto de la alianza Estados Unidos-Unión Europea, con lo que significa la economía alemana para la economía europea.

A todas éstas, no hay que olvidar que China,  a través del grupo COSCO, pasará a tener entre el 25 % y el 30 %  de las acciones del puerto alemán de Hamburgo, con lo que reforzará aún más su presencia en los puertos europeos. Porque a los puertos de Pireo en Grecia, y Trieste en Italia, se unirá ahora el de Hamburgo. Lo demás, está por venir.

Por Alfredo Portillo

alportillo12@gmail.com