El conocido analista mexicano Alfredo Jalife Rahme, en su canal Radar Geopolítico, hace un análisis de la crisis alimentaria global que está en curso, como producto de la confluencia de varios factores, entre los que destacan: la afectación de las cadenas de distribución debido a la pandemia del Covid-19, la inflación alimentaria, el aumento de los precios del petróleo y el gas, las sequías en Brasil y en las planicies de Estados Unidos, las inundaciones en China y la crisis en Ucrania.
El impacto a nivel global se está haciendo evidente,
especialmente en países del Medio Oriente, Asia Central, Sudeste Asiático,
América Latina y África, por su
acentuada dependencia de las importaciones de granos como maíz, trigo, soya y
arroz, algo que se traducirá en hambrunas y conflictos sociales.
Destaca el impacto que está teniendo en Brasil la dificultad
para acceder a los fertilizantes, lo que puede afectar su producción de soya,
la más importante en el mundo. Impacto similar en cuanto a los fertilizantes se
está viendo en China. Y por supuesto que como mexicano Jalife Rahme lamenta la
dependencia de México de las importaciones de maíz y frijol, para alimentar a una población de 122 millones
de habitantes, de los cuales al menos 95 millones viven en condiciones de
pobreza.
No deja de sorprender a Jalife Rahme el hecho que, tanto
Emmanuel Macron, presidente de Francia, como Xi Jinping, presidente de China,
estén hablando en el mismo lenguaje al referirse al tema alimentario. Ambos
están utilizando términos como soberanía alimentaria, independencia
alimentaria, semillas nacionales, reservas de fertilizantes, etc. Algo que lo
lleva a concluir que la soberanía alimentaria es un asunto de seguridad
nacional, y en tal sentido considera que la misma debe formar parte de la
agenda de los diferentes gobiernos, más allá de las diferencias ideológicas,
algo ya superado, porque lo que está vigente es la geopolítica pura.
Por Alfredo Portillo
alportillo12@gmail.com
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