La Unión Soviética fue una unidad geopolítica que estuvo conformada por 15 repúblicas socialistas federadas, repartidas en una extensión territorial de 22.400.000 kilómetros cuadrados. Su disolución formal ocurrió entre marzo de 1990 y diciembre de 1991, lo que significó la independencia política de esas 15 repúblicas.
Comenzaba entonces un nuevo proceso de cara al futuro, para, durante los siguientes años, rearmar ese rompecabezas que explotó hecho pedazos. Rusia, al mando del proceso, tenía la inmensa responsabilidad de llevar a cabo esa ciclópea tarea. ¿Cuánto se ha avanzado? Algunos datos al respecto son aportados por Philippe Conte en su artículo “De la CEI à l’UEE. Vers une intégration économique dans l’espace postsoviétique ? “ , recientemente publicado en www.diploweb.com.
El primer paso que se dio fue crear en 1991 la Comunidad de Estados Independientes, por parte de 11 de las 15 exrepúblicas soviéticas: Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Moldavia, Rusia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán. Los tres estados bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) tomaron rumbo propio y giraron hacia Europa. Georgia, sumida en un conflicto interno, se afilió posteriormente. Como experiencia de reintegración no fue exitosa desde el punto de vista económico. Eso llevó a Bielorrusia, Rusia y Kazajistán a lanzar en 1995 una iniciativa de unión aduanera, a la cual se afiliaron, al siguiente año, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán.
Posteriormente, en el año 2000 se conformó la Comunidad Económica Euroasiática, integrada por Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán, a la cual se sumó luego Uzbekistán. Este organismo estuvo en funciones hasta el año 2014. Por su parte, en paralelo, en el año 2010, Bielorrusia, Kazajistán y Rusia crearon la Unión Aduanera Euroasiática, que derivó luego, en el año 2012, en el Espacio Económico Euroasiático, como mercado común.
A todas estas, ya con Ucrania cada vez más europeizada y distante del mundo exsoviético, por el asunto de Crimea como una de las razones, Bielorrusia, Kazajistán y Rusia se enfilaron hacia la conformación en el año 2015 de la Unión Económica Euroasiática, atrayendo luego a sus predios a Armenia y Kirguistán, para llegar a comienzos de este año 2021 a representar una unidad geopolítica con una extensión de 20 millones de kilómetros cuadrados, 184 millones de habitantes y un PIB de 1.882 millones de dólares, para rivalizar, y para cooperar al mismo tiempo, con la Unión Europea y con China, para construir el mundo euroasiático del futuro.
Por Alfredo Portillo
alportillo12@gmail.com
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