Serán los especialistas en sociología, geografía electoral, geopolítica interna y otras disciplinas, los que se encarguen de descifrar y analizar los resultados de las elecciones realizadas en Estados Unidos, el 3 de noviembre de este año 2020. Y tendrán que hacerlo para establecer relaciones entre la escala territorial (de la macroterritorial a la microterritorial) y las características raciales, socioeconómicas y de sexo de los que sufragaron.
De los numerosos análisis que surjan de los resultados del
3N, se llegará luego a tener una idea clara
del potencial conflictivo que se cierne sobre la sociedad estadounidense, toda
vez que, en esta oportunidad, hubo una participación electoral superior a la de
otras elecciones pasadas, y el ir a votar fue asumido, en buena medida, por
parte de los simpatizantes republicanos y demócratas, como un compromiso
histórico, como la posibilidad de avanzar unos, en una línea definida, y otros,
para tratar de torcer el curso de los acontecimientos tejido durante los
últimos cuatro años.
Si bien la fórmula ganadora demócrata, conformada por un
representante de la élite blanca tradicional gobernante, y una política
emergente hija de inmigrantes (de Jamaica el padre y de la India la madre), han
definido como las cuatro prioridades principales de su gestión a la salud, la
economía, la igualdad racial y el cambio climático, no hay duda que tendrán que
transitar un camino empedrado, lleno de obstáculos.
Y no está lejos de la realidad la hipótesis de si en Estados
Unidos existe de hecho una guerra civil de baja intensidad, no expresada
propiamente de manera bélica, o si se avanza hacia ella. Porque lo que está en
juego es la persistencia de un sistema, de un modelo de relación societal, que
ha postergado las reivindicaciones de vastos sectores de la población
estadounidense, que incluye a blancos, afrodescendientes, asiáticos y latinos,
transversalizados por otras categorías que implican derechos. Y un dato no
menor: la enorme cantidad de armas que existe en manos de los estadounidenses,
de manera libre y legal. Como para pensar en eso.
Por Alfredo Portillo
alportillo12@gmail.com
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