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domingo, 12 de julio de 2020

El Islam vuelve por la Basílica de Santa Sofia


Coincidiendo con los 25 años transcurridos desde que se perpetró la masacre de Srebrenica, en Bosnia-Herzegovina (antigua Yugoslavia), en la que 8 mil bosnios musulmanes fueron asesinados por fuerzas militares serbobosnias, al mando de Ratko Mladic, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha firmado un decreto para convertir en mezquita la basílica bizantina de Santa Sofía (Santa Sabiduría), ubicada en la ribera  occidental del río Bósforo, en Estambul.

Islam vuelve por la Basílica de Santa Sofia


Las reacciones desde el mundo cristiano no se han hecho esperar. El Papa Francisco dijo sentirse muy afligido por la decisión del presidente turco, al tiempo que el Consejo Mundial de Iglesias manifestó que Erdogan ha dañado la imagen de Turquía, con la conversión de la basílica en mezquita.

Sin duda que este es un caso muy interesante desde el punto de vista de la geopolítica de las religiones. Es un buen ejemplo de lo que significa una visión geopolítica, es decir, aquello que determinados actores piensan acerca del uso que se le debe dar a una porción de territorio. También es un ejemplo de lo que es un fenómeno geopolítico, aquel que surge a partir de determinados eventos y acontecimientos, y se traduce en rivalidades de poder por el territorio.

Inaugurada en el año 360 de la era cristiana, sirvió  hasta el año 1453 como catedral ortodoxa bizantina del rito oriental de Constantinopla, para luego ser  transformada en mezquita, después que se produjo la conquista de esta ciudad fortaleza por parte de los turcos otomanos, estatus que mantuvo hasta el año 1931, cuando por decisión del mandatario turco Mustafa Kemal Ataturk, fue convertida en museo.

La decisión de Erdogan se produce en medio de la situación política interna de Turquía y de la proyección externa de este país. Las fuerzas nacionalistas, islamistas, neootomanistas y panturquistas que prevalecen en Turquía, han jugado un papel decisivo para que el anhelo de una gran parte de la población turca se haga realidad. El triunfo alcanzado por Erdogan en el año 2018, con el apoyo del Partido de la Justicia y el Desarrollo y del Partido de Acción Nacionalista, fue el disparador de los acontecimientos que se están sucediendo. Las páginas de este nuevo libro apenas comienzan a escribirse.

Por Alfredo Portillo
alportillo12@gmail.com

miércoles, 1 de julio de 2020

El territorio Hong Kong de la República Popular de China

La dinámica geopolítica, es decir, la dinámica generada por las rivalidades de poder en el territorio, es permanentemente alimentada por decisiones que toman los gobiernos, u otros factores de poder, o por eventos o acontecimientos que ocurren en el seno de las sociedades, ya sean de origen humano o de origen natural. Como resultado de ello, siempre un territorio es objeto de ser controlado, conquistado, defendido o utilizado. 



A propósito de esto, el Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular de la República Popular de China, ha aprobado una ley que faculta al gobierno de Pekín a ejercer un mayor control y vigilancia sobre las actividades que se desarrollan en territorio de la Región Administrativa Especial de Hong Kong, algo que ha sido visto con suspicacia por varios gobiernos de países occidentales. Se teme por la vigencia de la libertad, la democracia y los derechos humanos.

Es claro que, desde una perspectiva geopolítica, con esta ley el gobierno central de la República Popular de China busca limitar los espacios de disidencia en el territorio Hong Kong y aumentar los niveles de estabilidad, a fin de poder absorberlo plenamente e incorporarlo a su proyecto de desarrollo nacional, vale decir, a su sistema.

Es cuestión de apreciar  territorialmente la decisión política tomada por el  parlamento chino,  al aprobar la referida ley, y ver la ubicación que tiene el territorio Hong Kong, en el contexto de la región del sureste de China. Numerosas ciudades, entre las que se encuentran Guangzhou, Dongguan, Jiangmen y Shenzhen, además de Hong Kong y Macao, interconectadas por redes de transporte terrestre y aéreo, y por redes de telefonía e Internet, a lo cual se suma una poderosa infraestructura industrial, tecnología de primer nivel, puertos y aeropuertos, y el vasto Mar del Sur de China. Suficientes razones geopolíticas, son éstas.

Por Alfredo Portillo

alportillo12@gmail.com