domingo, 21 de junio de 2020

Petero Nkurinziza

El 18 de este mes de junio del 2020, en la ciudad de Gitega, en la región de los Grandes Lagos, al este de África, fue juramentado como presidente de la República de Burundi, Evariste Ndayishimiye, quien había sido elegido el pasado 20 de mayo para regir los destinos de esta pequeña nación africana. Le correspondía asumir el cargo en el  mes de agosto de este año, pero la súbita muerte de su antecesor, el presidente Petero Nkurinziza, adelantó los acontecimientos.

Petero  Nkurinziza

Al observar las imágenes de la ceremonia de toma de posesión de Ndayishimiye, realizada en el Estadio Ingoma de Gitega, llena de fervor y colorido, con la presencia de representantes de otros países, todo hablado en kirundi, la lengua nacional de Burundi, no queda más que sentir alegría por tan significativo acto democrático. A esto se sumó, la presencia por algunos minutos, en la tarima donde se encontraba y había prestado juramento el nuevo presidente de Burundi, de Jakaya Mrisho Kikwete, quien fuera presidente de Tanzania desde el 2005  hasta el 2015, para dirigir en swahili unas palabras de apoyo y solidaridad, palabras que fueron aplaudidas por todos los presentes.

La verdad es que no deja de sorprender la forma como se han desarrollado los acontecimientos en Burundi durante los últimos meses. Nadie pensaba, hace unos ocho meses, que Petero Nkurinziza iba a salir del escenario político, se iba a apartar, para dar paso a una nueva etapa en la vida democrática de Burundi. Murió a los 55 años, luego de haber luchado como soldado en las guerras interétnicas burundesas en la década de los 90 del siglo XX, y de haber tomado el poder en el año 2005, para ejercerlo hasta el día 8 de junio del 2020, día de su fallecimiento en la pequeña ciudad de Karusi. La vida y actuación política de Nkurinziza sin duda que será objeto de estudio y análisis en los meses y años por venir. De seguro que será recordado por todos los burundeses.

Por Alfredo Portillo
alportillo12@gmail.com

viernes, 5 de junio de 2020

Burundi: entre la política y la religión

La República de Burundi es un pequeño país ubicado en la región de los grandes lagos de África Oriental, con una superficie algo superior a los 27 mil kilómetros cuadrados, y una población de unos 12 millones de habitantes. Su ciudad capital es Gitega, emplazada en el centro del territorio burundés.



En este país se realizaron elecciones presidenciales y parlamentarias  el pasado 20 de mayo, resultando electo como nuevo presidente Evariste Ndayishimiye, del gobernante partido CNDD-FDD (Consejo Nacional para la Defensa de la Democracia - Fuerzas para la Defensa de la Democracia), con el 71% de los votos, quien contará con el respaldo del 70% de la Asamblea Nacional.

De esta manera el CNDD-FDD asegura la continuidad en el poder de su proyecto, desde que el actual presidente, Pierre Nkurunziza, fuera electo en el año 2005, signo indiscutible de estabilidad política, tan necesaria para que los planes de evolución y desarrollo se puedan llevar adelante, en un país como Burundi, cuyo Índice de Desarrollo Humano no llega a 0,500.

Una de las incógnitas del futuro político de Burundi es el papel que la religión tendrá en su devenir, tomando en cuenta que el pueblo burundés se caracteriza por su acentuada religiosidad, manifestada permanentemente por su masiva presencia en los templos y actos religiosos, tanto católicos, protestantes, musulmanes y animistas, como por la utilización de un discurso religioso en los actos políticos, y de un discurso político en los actos religiosos.

La muestra más palpable de lo anterior ha sido el discurso religioso utilizado durante los últimos años, en los actos políticos, por el presidente Nkurunziza, prominente miembro de la Iglesia Cristiana Evangélica La Roca, quien el 14 de diciembre del año pasado inauguró una vistosa sede de esta iglesia en Bujumbura, la ciudad más poblada de Burundi. Yesu ni umwami (Jesús es mi señor).


Por Alfredo Portillo
alportillo12@gmail.com

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