La crisis del coronavirus sorprendió al planeta todo. Los
diferentes países llevaban su vida según las circunstancias y condiciones de
cada uno. De repente, todo cambió. Los gobiernos han tenido que reaccionar ante
el embate del invisible Covid-19, echando mano de cuanto recurso tenían, para procurar frenar la ya extendida pandemia.
Muchos planes se vinieron abajo. La economía global se ha visto grandemente
afectada. La geopolítica mundial está siendo estremecida.
Los equipos de crisis designados por los respectivos gobiernos,
han diseñado y puesto en marcha múltiples estrategias, todas apuntando a lograr
el precario equilibrio entre la mejor protección posible de la vida de las personas y la menor
afectación posible de la economía. La batalla está en pleno desarrollo. Aún no
se ve luz al final del túnel.
En el marco de las estrategias diseñadas e implementadas por
los diferentes gobiernos, hay un aspecto que vale la pena observar y reseñar.
Se trata del dispositivo de comunicación que cada gobierno ha utilizado para
instruir y orientar a la población, y para informar sobre la evolución de la
crisis. En cuanto a esto último, los
casos de Chile, México y Venezuela muestran
formatos bien diferenciados.
En el caso de Chile, las autoridades de salud han venido
informando diariamente sobre la evolución de la crisis, haciendo énfasis en la
cantidad de contagiados y fallecidos, sin entrar en mayores detalles. Se ha
observado una cierta falta de contundencia en el mensaje de exhortación a la población en cuanto al cumplimiento de
la cuarentena, aunque, debido al incremento acelerado de la cantidad de
contagiados, durante los últimos días se ha utilizado el motivante eslogan “La
batalla de Santiago”, en procura de revertir la preocupante tendencia en la capital chilena.
El formato utilizado por el
gobierno de México ha sido bastante llamativo. Día tras día se ha venido realizando una rueda de prensa,
en la que los responsables de gestionar
la crisis del coronavirus, han informado detalladamente, haciendo uso de mapas,
gráficos y otros recursos explicativos, acerca de los pormenores de la pandemia en los
diferentes estados y centros poblados de la geografía mexicana. El discurso
explicativo puede ser calificado como acentuadamente científico.
Finalmente, en el caso de Venezuela, los responsables del
dispositivo comunicacional que se ha venido utilizando, han venido haciendo
mucho énfasis en los detalles de cada uno de los casos de contagiados y
fallecidos registrados diariamente, destacando
también el insistente llamado a la población para que se mantenga en
cuarentena, decretada en todo el territorio nacional, desde el mismo momento en
que se conocieron los primeros contagios, en el contexto de una situación
interna tensa, debido a la crisis en el sistema eléctrico y en el suministro de
gasolina.
Por Alfredo Portillo
alportillo12@gmail.com