La opción militar contra Venezuela ha sido, tal vez, una de las noticias más difundidas, comentadas y analizadas en lo que va de este año 2019. Desde expertos analistas, pasando por políticos de diferente calibre e ideología, opinadores de oficio, hasta el común de las personas, han dado a conocer sus puntos de vista, bien a través de escritos elaborados, conferencias, entrevistas, mensajes en las redes sociales, videos o comentarios en los mercados populares, respecto a la conveniencia o no de esta impredecible posibilidad.
Al parecer las cartas están echadas y es cuestión de esperar
que se tome la decisión. A los venezolanos sólo nos queda aguardar pacientemente
la llegada de ese momento, aferrados, seguramente, a las oraciones elevadas a
Dios. Nadie puede saber, exactamente, qué características y dimensiones podría
tener un embate militar de Estados Unidos contra Venezuela. No se sabe si, como
dicen algunos, será una operación quirúrgica para deponer a Nicolas Maduro,
apresar a Diosdado Cabello y descabezar al régimen; o para destruir el poderío
militar con que cuenta la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB); o para
ponerle la mano a los campos petrolíferos que se encuentran en el subsuelo del
territorio venezolano.
En términos concretos, ha llegado el momento de la verdad.
Se despejará la incógnita que discursivamente se ha construido durante los
últimos años, respecto a la capacidad defensiva con que cuenta Venezuela. Será
puesto a prueba el sistema de defensa integral territorial que se ha venido
conformando en el seno de la FANB y el sistema de armas modernas que forma
parte del mismo. También se sabrá qué importancia real tiene, todo aquello que
se dice, respecto a la existencia de la llamada Milicia Nacional Bolivariana, Cuerpos
de Combatientes, colectivos armados, agentes cubanos infiltrados, grupos
guerrilleros en territorio venezolano, etc. Se pasará de los juegos de guerra, a la guerra real.
Por Alfredo Portillo
alportillo@ula.ve
Lamentable posición: No sólo como un "entendido" de la geopolítico sino y, sobre todo, como venezolano. No es la primera vez que tras su aparente "intelecto", descubre usted su reptante militancia.
ResponderBorrarEspero que mi comentario a su nota sobre la inminente invasión a Venezuela pase su "aprobación".
ResponderBorrar"Cuando el río suena es porque trae piedras", nos dice el adagio popular. Ahora bien, pienso que a EE.UU. le podría salir el "tiro por la culata" si se atreve a llevar a cabo una invasión total de Venezuela, puesto que, primero, por los caminos verdes (Amazonas, por ejemplo) entraría un mar de combatientes tanto voluntarios como profesionales (todos aquellos jóvenes que les duela la patria libre de Bolívar, y los guerrilleros cubanos o suramericanos como los colombianos, entre otros). Y, segundo, si esto durara años, una vez invadida por EE.UU., lo que puede resultar es un nuevo Vietnam. Por último, al retirarse las tropas norteamericanas, puede surgir un nuevo Estado de las ruinas que queden, algo así como una nueva URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Suramericanas), que se conformaría con territorios de Venezuela, parte de Colombia, la Guayan Ezequiva y, por qué no, sobre todo si se incorporan guerrillas en el Amazonas hacia la frontera con Brasil que involucre población más allá de esos espacios durante la conflagración bélica, hasta de la Amazonía Brasileña. Es sólo una especulación, pero también una probabilidad sobre lo que, como usted mismo lo afirma, "pasará de los juegos de guerra, a la guerra real". Gracias por compartir.
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