Jamal Khassoggi fue un periodista saudita, de
60 años de edad, que falleció el 2 de
octubre de 2018 en la sede del consulado
de Arabia Saudita en Estambul (Turquía), luego de haber sido torturado y
descuartizado por un grupo de agentes sauditas. Había nacido en Medina, el 13
de octubre de 1958, y durante los últimos meses publicó una columna semanal en el prestigioso diario estadounidense The
Washington Post.
Khassoggi murió como resultado de lo que se
podría llamar un azar geopolítico, toda vez que se atrevió a desafiar al
régimen monárquico que gobierna en Arabia Saudita, al pronunciarse en contra de la falta de
democracia en su país, y de la agresión
armada que fuerzas militares sauditas han venido perpetrando en la República de Yemen. Khassoggi estaba en
la mira de las autoridades sauditas, en tanto que se le vinculaba con los islamistas de la Hermandad Musulmana, y cercano al gobierno turco que preside Recep Tayyip
Erdogan.
Sobre este caso dos valiosos artículos han
sido publicados recientemente, los cuales ilustran la trama que está detrás de
la muerte de Khassoggi. El primero de ellos está escrito por Hanna Fisher,
titulado “El brutal asesinato de Khasssoggi: dilema entre moral y geopolítica”,
en el que se explica claramente la impunidad con la que actúa el régimen saudita,
ya que su peso geopolítico, basado en su riqueza petrolera, lo hace inmune a
cualquier crítica o censura que provenga de las potencias democráticas
occidentales. El otro, escrito por Faisal Devji, titulado “Jamal Khashoggi and
the competing visions of Islam”, da cuenta de las rivalidades de poder, que en el marco de la región del Medio
Oriente, existen entre el gobierno islamista republicano de Turquía, y el
régimen monárquico absoluto islámico de Arabia Saudita.
Jamal Khassoggi echó lo dados, al azar, y
perdió.
Por Alfredo Portillo
Kassoggui estaba en el filo de la navaja y murió por la verdad, como mueren los mayores en manos de los insensatos.
ResponderBorrar