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sábado, 15 de septiembre de 2018

Recordando la masacre de Sabra y Chatila

Hace 36 años ocurrió un evento de esos que forman parte del ascenso a los extremos  en medio de un conflicto armado, y que ejemplifica, en ocasiones, el desenlace de las rivalidades de poder en el territorio, es decir, ejemplifica a la geopolítica. Se trata de la masacre de Sabra y Chatila, perpetrada contra palestinos  refugiados en la parte occidental de Beirut, la capital de El Líbano.

Recordando la masacre de Sabra y Chatila


Esa masacre, que costó  la vida a miles de palestinos, principalmente  mujeres, niños y ancianos, ocurrió en medio de la Guerra Civil Libanesa, que se sucedió entre 1975 y 1990, y que, según Sune Haugbolle (The historiography and thememory of the Lebanese civil war), fue al mismo tiempo un asunto interno de El Líbano y un conflicto regional, en el que participaron actores internacionales y en el que se entrecruzaron aspectos de la política regional del Medio Oriente en la última parte del siglo XX, incluyendo el conflicto palestino-israelí, la competencia dela Guerra Fría, el nacionalismo árabe y el Islam político.

La masacre de Sabra y Chatila ha sido atribuida a miembros de la Falange Libanesa (cristiana maronita), quienes actuaron contra los refugiados palestinos, con el apoyo de tropas israelitas, los días  16, 17 y 18 de septiembre de 1982. Como responsables directos figuran ElieHobeika (ya fallecido), jefe de las fuerzas falangistas libanesas, y Ariel Sharon (ya fallecido), para entonces Ministro de la Defensa de Israel. Ninguno de los dos fue juzgado o condenado, por lo que Sabra y Chatila es un caso que tiene pendiente la justicia internacional. 

Sin embargo, es importante recordarlo por estas fechas, y recordar el testimonio registrado en la memoria de quienes sobrevivieron, como el de esta mujer palestina: “Pienso en lo que sucedió día y noche. He criado sola a mis hijos... Me vi obligada a mendigar. No lo olvidaré nunca. Quiero vengar todo lo ocurrido. Mi corazón está de luto. Es negro, como el color de mi vestido. Contaré lo que vi a mis hijos y a mis nietos”.

Por Alfredo Portillo

alportillo@ula.ve

1 comentario:

  1. Es terrible que el mundo se siga cubriendo de fechas trágicas de destrucción y muerte provocada por la violencia. Lo más triste es que se quiera pedir venganza por tales hechos, ya que esto trae más violencia.

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