María de Jesús Patricio Martínez, en estos
días de mediados de octubre de 2017, comenzó su recorrido por algunas
comunidades del estado de Chiapas, en el sur de México, en compañía de miembros
del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Este recorrido lo hace
Marichuy, como también se le conoce a esta mujer indígena, en su condición de
candidata a la presidencia de México, en representación del Congreso Nacional
Indígena (CNI) y del Concejo Indígena de Gobierno (CIG).
Marichuy significa el desafío lanzado por
las comunidades indígenas mexicanas y por el movimiento zapatista, como una
opción político-electoral que aspira a captar el voto de las masas urbanas
pobres, del campesinado olvidado y desasistido y de los indígenas oprimidos. Como
bien lo señaló una líder zapatista: “Ha llegado la hora de estar representados
todos y todas, campo y ciudad, por una compañera que luchará por el pueblo de
México”.
El desafío de Marichuy se da en México, un
país con profundos problemas de
violencia y de pobreza, que cuenta con una población de 120 millones de
habitantes, de los cuales al menos 10 millones son indígenas pertenecientes a
las diferentes etnias que allí existen. En el caso de María de Jesús Patricio
Martínez, ella pertenece a la etnia nahua, nacida en Tuxpan, en el estado de
Jalisco, y su labor social la ha realizado como médica tradicional y como defensora de los derechos humanos. Durante
los próximos meses, Marichuy será noticia; de su desempeño y de sus avances, todos
estaremos pendientes.
Por Alfredo Portillo
alportillo@ula.ve
No hay comentarios.:
Publicar un comentario