La Fuerza Armada Nacional Bolivariana como actor geopolítico

Partiendo de la concepción del  geógrafo francés Ives Lacoste, en el sentido de que la geopolítica tiene que  ver con las rivalidades de poder y de influencias entre diversas fuerzas políticas que tienen por objetivo el control, la conquista, la defensa o la utilización de un territorio, resulta de interés echarle una mirada a la actuación diaria que tiene la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), toda vez que es un actor geopolítico muy activo en el contexto de la República Bolivariana de Venezuela.

Su notable participación en el desarrollo del llamado proceso bolivariano-chavista, la alejan bastante de los tradicionales principios de obediencia, subordinación y no deliberancia que caracterizan a las fuerzas militares de muchos países, y la convierten en un actor geopolítico interviniente y deliberante. Su actuación, con base en la doctrina de Defensa Integral de la Nación, la hacen poseedora de un proyecto político propio, que entra en confrontación con cualquier otro proyecto político concebido en el mundo no militar, que participa en la disputa del poder en el territorio venezolano.

A propósito de lo anterior, llaman la atención el contenido del comunicado que leyó el General Vladimir Padrino López, el pasado 7 de diciembre, en el Cuartel de la Montaña, donde reposan los restos del fallecido Presidente Hugo Chávez, y los pronunciamientos que ese mismo día dieron a conocer, en las diferentes capitales de estado de Venezuela, los jefes militares de las Zonas de Defensa Integral y de las Regiones de Defensa Integral, en el sentido de  reivindicar el legado del Libertador Simón Bolívar y del propio Hugo Chávez.

Uno de los párrafos del mencionado comunicado expresa de manera muy significativa la posición doctrinaria de la FANB: “Bolívar y Chávez personifican la Patria, ellos se han arraigado en lo más profundo del inconsciente del alma nacional. Lastimar su memoria o intentar sacarla de allí, equivaldría a conmover al país en lo más hondo de sus cimientos, para lo cual tendrían que sacrificar hasta el último soldado”.

Por Alfredo Portillo

alportillo@ula.ve