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jueves, 23 de abril de 2015

Deslegitimación del discurso geopolítico de Venezuela

La visita, en estos días de abril de 2015, de la Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Delcy  Rodriguez, a Arabia Saudita, vestida sobriamente, con su cabellera cubierta en señal de respeto a los saudíes, al tiempo que hacía silencio ante la tragedia que se vive al sur, en Yemen, donde los muertos, producto de los bombardeos de la aviación saudita, pasan ya del millar, significa el fin del discurso geopolítico que durante 15 años se voceo desde Venezuela.
Atrás quedaron las irreverentes palabras que muchas veces pronunció el Presidente Hugo Chávez, en protesta por los bombardeos de las potencias occidentales sobre los territorios de Afganistán, Iraq, Libia y la Franja de Gaza. Atrás quedó el reciente discurso del Presidente Nicolás Maduro, al recordar, en la Cumbre de las Américas, el bombardeo estadounidense sobre el territorio del barrio Los Chorrillos, en Panamá. Bien distante, en el tiempo, y registrado por escrito y audiovisualmente, quedará todo cuanto se ha dicho a favor de la causa de los “frantzfanonianos condenados de la Tierra”,  desde una perspectiva antiimperialista.
Deslegitimación del discurso geopolítico de Venezuela
Delcy Rodriguez, con su silenciosa  visita a Arabia Saudita, para hablar de los precios del petróleo, ha dado paso a un nuevo discurso geopolítico oficial de Venezuela, un discurso que no se basa en la irreverencia antiimperialista, sino en el razonamiento geopolítico. Entiende nuestra Canciller, que Arabia Saudita tiene unos intereses geopolíticos en toda la Península Arábiga, que deben ser preservados, a costa de sangre y fuego, usando los más modernos aviones de guerra suministrados por las potencias occidentales, al tiempo que ella, como conductora de la política exterior de Venezuela, sabe perfectamente que la estabilidad política venezolana depende en gran medida de la recuperación de los precios del petróleo, y eso pasa por la aprobación de los todo poderosos monarcas saudíes.
Finalmente en Venezuela se comenzará a comprender en su justa medida  eso de la geopolítica, como expresión de las rivalidades de poder en el territorio. Ya no se criticará tanto las acciones de Israel en la Franja de Gaza, o las de Francia en Mali, o las de Estados Unidos en Afganistán, o las de Rusia en Chechenia, o las de  China en Sinkiang. Todas esas acciones son comprensibles porque están de por medio los intereses geopolíticos, y eso es sagrado, al decir de nuestra Canciller Delcy Rodriguez.

Por Alfredo Portillo

alportillo@ula.ve

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