El cine, como medio de comunicación y de
creación de cultura, sirve para representar en forma gráfica y de movimiento
diferentes fenómenos naturales y humanos, desde la densidad de las selvas, la erupción
de un volcán, la arquitectura de las ciudades, períodos históricos de la
humanidad, dramas existenciales, visiones de la vida, historias noveladas,
ciencia ficción, etc.
Algunos de esos fenómenos que, de manera
específica, pueden ser comprendidos a
través de piezas cinematográficas, son los que tienen que ver con la
geopolítica, como expresión de las rivalidades de poder en el territorio. Y eso
es precisamente lo que hace el autor Miguel Ortiz Sarkis en su artículo “La
teoría realista de la política internacional en el cine: “2001, Odisea en el
Espacio”: ¿una odisea en (o por) el espacio?”, basado en la famosa película de
ciencia ficción de Stanley Kubrick.
El aporte que hace Ortiz Sarkis al analizar
“2001, Odisea en el Espacio”, tiene que ver con la conexión que establece entre
la visión pesimista que de la naturaleza humana tiene Kubrick, esencialmente
violenta, y la actual realidad que se presenta sumida en permanentes
rivalidades de poder en el territorio. No por casualidad parte del título del artículo
es la pregunta “¿una odisea en (o por) el espacio?”.
La visión pesimista kubrickiana de la
naturaleza humana la asemeja Ortiz Sarkisa la de los autores de la teoría
realista de las relaciones internacionales, vale decir, Tucidides, Maquiavelo, Hobbes, Carr y Morgenthau. Al hacer
referencia al planteamiento de Morgenthau, dice lo siguiente: “… se puede
observar que los hombres son ambiciosos, egoístas y que su actuar está
determinado por sus intereses, lo cual trasciende lo individual y estatal, y pasa
a la esfera internacional, en la cual los Estados definen sus intereses en
términos de poder, y a través de éste actúan”. Porque la escena que muestra la película de Kubrick,
en la que dos manadas de homo habilis se disputan un bebedero fangoso y, por el
que mataba Moonwatcher, se parece mucho a las escenas que a diario vemos, en
las que seres humanos evolucionados, que
hacen uso de mucha tecnología, se
disputan los yacimientos de minerales y de petróleo, las islas y estrechos, las selvas y las fuentes de agua.
Por Alfredo Portillo
alportillo@ula.ve
No hay comentarios.:
Publicar un comentario