Evo Morales acaba de ser reelegido
abrumadoramente para un tercer período presidencial en la República Plurinacional de Bolivia. Un resultado que sin duda tendrá grandes
repercusiones geopolíticas en el contexto de América Latina y el Caribe, y en otras regiones del mundo. Porque
como bien lo escribió en el año 2007 el periodista Ted Córdova-Claure, “Evo
Morales es un indio con criterio geopolítico”, algo que ha demostrado a lo
largo de los nueve años durante los que ha estado gobernando a Buliwya (el país
los quechua), a Wuliwya (el país de los aymara), a Volívia (el país de los
guaraní), a la Bolivia de todos los 11 millones de bolivianos que habitan en su
territorio.
La visión geopolítica de Evo Morales ha
quedado plasmada en su ejecutoria de gobierno. Primero a través del desarrollo
de una estrategia de cohesión de toda la república mediante la incorporación y reivindicación de
los sectores indígenas, campesinos y
afrobolivianos tradicionalmente olvidados.
A ellos han sido dirigidos
amplios programas de asistencia social y de otorgamiento de créditos para
actividades productivas.No por casualidad Evo Morales recientemente anunció que
Bolivia está ya en capacidad de exportar rubros tradicionales como chia, stevia,
quinua y pescado procesado. En segundo lugar, la apropiación por parte del
Estado boliviano de los recursos naturales energéticos, principalmente del gas,
cuyas reservas alcanzan los 52 trillones de pies cúbicos, lo que se está
traduciendo en enormes ingresos financieros para Bolivia.
Por otra parte, en el marco de su visión
geopolítica, Evo Morales ha orientado la política exterior de Bolivia hacia la
consolidación de alianzas binacionales, como es
el caso del apoyo que está recibiendo por parte de Brasil para el desarrollo
de infraestructura de vías de comunicación terrestres y el impulso de proyectos
energéticos, incluida la energía nuclear
con fines pacíficos; alianzas regionales, entre las que destacan la
participación de Bolivia en el ALBA, UNASUR y la CELAC; y alianzas
internacionales transcontinentales a través de estrechas relaciones con países
como España, Francia, Rusia, China e Irán.
Finalmente, no se puede dejar de mencionar
el caso de la punzante línea geopolítica que mantiene Evo Morales con relación
a la demanda de una salida al mar para su país. En tal sentido,
refiriéndose a la posición de negativa
que mantiene Chile, el reelecto Presidente de Bolivia ha
sido más que enfático al decir: “Mientras no nos devuelvan la salida al mar con
soberanía, las relaciones seguirán siendo 'maritimizadas', porque es el primer
tema que tenemos con Chile".
Por Alfredo Portillo
alportillo@ula.ve
La visión de los bolivianos no es habitar su territorio es producirlo, por eso en su constitución política se hace alusión a la territorialidad. El territorio que se habita es el del estado nacional, el cual seguramente no coincide con el territorio producido por la territorialidad de los bolivianos
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