La epidemia del ébola sigue siendo noticia
importante en los diferentes medios de comunicación en el mundo. Algunas de las
últimas informaciones indican que, según la Organización Mundial de la Salud,
las muertes ocasionadas por el ébola superan las 2.500 y los infectados van más
allá de los 5.500, al tiempo que en Sierra Leona se decretó un toque de queda
para luchar contra este flagelo, y el Presidente de Estados Unidos, Barack
Obama, tomó la decisión de enviar 3.000 soldados a África Occidental, para
ayudar a contener la embestida de este virus.
Como todo evento territorial, la epidemia
del ébola está teniendo implicaciones
geopolíticas, toda vez que está influyendo
en la dinámica de las rivalidades de poder en diferentes territorios. Es
bueno recordar que, cuando se menciona la palabra geopolítica, se hace
referencia a rivalidades de poder y de influencias entre diversas fuerzas
políticas que tienen por objetivo el control, la conquista, la defensa o la
utilización de un territorio.
Las implicaciones geopolíticas de la
epidemia del ébola se están manifestando en primer lugar en los países donde
este virus ha provocado mayores estragos, como Guinea-Conakry, Liberia y Sierra
Leona, donde las condiciones de salud de la población y la estructura económica
han sido severamente mermadas, haciéndolos aún más vulnerables, tomando en
cuenta que, de acuerdo a lo que indican las cifras, en promedio, el Indice de Desarrollo Humano de
estos tres países de África Occidental es de apenas 0,450, mientras que, en
conjunto, el Producto Interno Bruto no supera los 20 mil millones de dólares. En
segundo lugar aparecen aquellos países donde el virus del ébola se manifestó en
años anteriores, y donde es posible que se pueda hacer presente nuevamente.
Estos países potencialmente vulnerables son: Costa de Marfil, Gabón, República
del Congo, República Democrática del Congo, Sudán del Sur y Uganda.
Por otra parte, están las implicaciones
geopolíticas que se derivan desde la perspectiva de los países que tienen
influencia e intereses en los países africanos impactados por el ébola y en
todo el continente africano. Se trata de países como Estados Unidos, Francia,
Inglaterra, Rusia, China, India, Brasil e Irán, desde donde ya comienzan a tomarse
medidas para reducir el impacto negativo del ébola. Es precisamente en este
contexto que Estados Unidos ha tomado la decisión de enviar 3.000 efectivos
militares a África Occidental, los que
operarán desde un comando central instalado en Monrovia, capital de Liberia. Por
supuesto que, sin duda, Estados Unidos, más allá de la actual epidemia del
ébola, está observando la región
occidental de África y su mosaico de materias primas disponibles: petróleo en Nigeria y Benin, fosfatos en Senegal y Togo, diamantes en Sierra Leona y Costa
de Marfil, bauxita en Guinea-Conakry, entre otras. Finalmente, no se puede
dejar de pensar en la posibilidad de la utilización del virus del ébola como
arma bacteriológica por parte de quien tenga la capacidad de
hacerlo, todo dentro del a veces necesario cálculo geopolítico.
Por Alfredo Portillo
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