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miércoles, 6 de agosto de 2014

La Guerra

A propósito de los violentos acontecimientos que durante los últimos meses han explotado como cápsulas de gas, impactando en diferentes lugares de la Tierra, he vuelto a leer un pequeño libro de la Colección ¿Qué sé?,  de la editorial Oikos-Tau titulado “La Guerra”, cuyo autor es GastonBouthoul (1971). Porque lo que ha estado aconteciendo en países como Afganistán, Colombia, Iraq, Libia, Palestina, República Centroafricana, Sudán del Sur, Ucrania,  entre otros, es sólo una muestra de la vigencia del fenómeno de la guerra, y obliga también a recordar al geopolítico sueco Rudolf Kjellen, para quien no había terreno experimental más apropiado para estudiar los fenómenos geopolíticos, que el de la guerra.
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En su libro Bouthoul nos recuerda que en el Antiguo Testamento se lee que “Jehová, tu Dios, echará a estas gentes de delante de ti poco a poco…”, y que en el Corán se dice: “Haced la guerra contra aquellos que no creen en Dios…”. En tanto que Santo Tomás desarrolló la teoría de la guerra justa, mientras que para Heráclito “la guerra es la madre de todas las cosas”, para Maquiavelo “toda guerra es justa desde el momento en que es necesaria”,  y para Clausewitz “la guerra es un acto de violencia, cuyo objetivo es forzar al adversario a ejecutar nuestra voluntad”.
La  guerra, “el más espectacular de los fenómenos sociales”, al decir del propio Bouthoul, es un fenómeno muy complejo que tiene dimensiones económicas, demográficas, etnológicas y psicológicas. La guerra plantea problemas de financiación, de producción y de distribución, así como de activación de sectores industriales y del empleo de la población. También la guerra, desde el punto de vista económico, tiene tres coyunturas: una coyuntura de preguerra, una coyuntura de guerra y una coyuntura de reparación. Y es que el desarrollo de la guerra tiene un gran impacto en las estructuras demográficas de los países, ya que además de los que mueren, hay un gran número de desplazados y refugiados. Un ejemplo de ello es lo acontecido en la Franja de Gaza: ¿Cuál será la estructura demográfica en Palestina después de la muerte de miles de niños, jóvenes y mujeres?
También la guerra, desde el punto de vista etnológico, tal como lo señala Bouthoul, es la fiesta suprema, la gran orgía dorada, fuente de emociones incomparables, rompe el círculo de la monotonía psicológica y transforma las mentalidades. Y qué decir de su dimensión psicológica, en tanto que en ciertos momentos los grupos humanos se ven transportados por impulsos belicosos a desear la guerra o, por lo menos, a aceptar la idea, y que cuando se muestran violentos es, por regla general, resultado de un adoctrinamiento previo. La guerra, siempre presente, a veces de aleja, a veces de aproxima.


Por Alfredo Portillo

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